Las invitaciones de boda audiovisuales o como las llaman los ingleses, «Save the Date«, son algo más que una invitación hecha en video. Siendo compatible con las invitaciones impresas, requieren y muestran mucho más de ti. Esto es así por que tienes que desarrollar una historia que ya está hablando de vosotros como pareja de un modo íntimo en mayor o menor medida y además lo normal es que la pareja sea protagonista del «cortometraje» lo que expone a los prometidos a mostrarse divertidos, íntimos, cariñosos…. Ellos eligen cómo aparecer pero el acto de ponerse ante la cámara del modo que ellos decidan es, en sí, muy personal.
Por todo esto y mucho más, aunque a simple vista parece más frío enviar un link por mail que un sobre, si se analiza nos parece que es todo lo contrario.
A nosotros nos encanta hacerlas por dos motivos. El primero es que al pasar tiempo previo a la boda escribiendo la historia, grabándola y afinando el resultado con ellos, cuando llega el día del enlace la relación es más personal y la pareja normalmente se siente mucho más cómoda ante las cámaras ya que no es una experiencia nueva. El segundo es que amamos contar historias. Es lo que intentamos en cada vídeo que trabajamos y las invitaciones tienen ese punto cortometraje que resulta muy atractivo para el que las está trabajando.
A partir de aqui, como decíamos, las posibilidades son muchas y vamos a verlo a través de los trabajos que hemos realizado.
Ana y Gonzalo tenían en la cabeza hacer algo que contara momentos que para ellos fueron importantes como pareja y hacerlo de un modo desenfadado. No tenía que ser necesariamente gracioso pero sí distendido y amable de ver. El resultado nos cuenta lo que ellos querían y nos deja ver cómo son. Cualquiera que vea el vídeo y les conozca les reconoce en su forma de ser y eso para nosotros es muy importante. El amigo o familiar se identifica en ellos por que no son actores. Les reconoce en su forma de «actuar» y resulta cercano. Podéis ver el resultado a continuación y su boda en este link.
Queremos destacar, dentro de las inmensas posibilidades que surgen cuando el lienzo está en blanco, el trabajo de infografía que supuso esta invitación al insertar los textos dentro del paisaje o ubicar edificios de Dubai detrás de ellos en la última secuencia.
Las siguientes dos invitaciones que hemos hecho tienen un nexo común. Ambas son historias muy muy personales. Rebeca y Mario es un vídeo de sensaciones. Una historia de amor que sin ser realmente la de ellos, nos deja verlos muy cerca. Un vídeo invitación en el que al final la pareja incluso parece no acabar juntos. No es solo una invitación sino que se convierte también en un video «de ellos», un cortometraje con su sello (¡y el nuestro!). No dejéis de ver también su boda pulsando «aquí».
Nuestra última invitación hasta la fecha fue para Tamara y Chencho. Se trataba de una combinación de las dos ideas anteriores: Una historia muy personal pero que contara también de algún modo cómo se conocieron. Bajo esta premisa nos dieron libertad total. Un gustazo que te llena de responsabilidad. La combinación de planos en el mar, donde grabamos con dos embarcaciones (maravilloso) junto a la secuencia del pub donde se conocieron y ellos en actitud más íntima en su casa dieron como resultado este video invitación que aun no podemos acompañar de su boda por que estamos editándola.
En definitiva, nuevos tiempos, nuevos lenguajes compatibles con los anteriores. Hay que decir también que normalmente quien te contrata una invitación suele haberte elegido también para su boda por lo que el coste no es el mismo que si solo haces la invitación. Os animamos. Save the date!