Hace no mucho que publicábamos un post en el que enumerábamos una serie de razones para hacer un video corporativo. Hoy sin embargo vamos a centrarnos en enumerar una serie de factores que si bien no son necesarios en todos y cada uno de los casos, no esta de más tenerlos en consideración a la hora de realizar un video de empresa:
1. DEFINA SU PÚBLICO.
El marketing consiste en posicionar y comunicar el valor único de una empresa o producto a un público muy específico. Su producto o servicio jamás será del interés de todo el mundo, y esto es algo que debemos asumir desde el principio. De hecho, probablemente no será de gran interés para la gran mayoría en absoluto. Por ello, su empresa tiene que asegurarse de que su mensaje se adapte a los intereses específicos de un público muy bien definido. Esto puede sonar arriesgado ya que al tratar de optimizar el enfoque de su mensaje se puede plantear la necesidad de dejar algunas ideas fuera, pero en realidad lo realmente arriesgado es intentar incluirlo todo en un mismo video. Sea conciso en su mensaje y trate de definir sus expectativas lo máximo posible. Es preferible realizar dos videos con fines diferentes, que tratar de incluir todo en uno. Ganará más concretando que diluyéndose en un mar de ideas.
2. CUENTE UNA HISTORIA QUE CONECTE EMOCIONALMENTE CON SU PÚBLICO.
En nuestra mente consciente nos gustaría creer que tomamos decisiones racionales. Sin embargo, esta no es siempre la realidad. Prácticamente todas las decisiones de compra son decisiones emocionales. Su producto puede ser mejor o peor en ciertos aspectos que el de sus competidores, pero eso no es lo realmente importante. Lo importante es cómo las personas se relacionan con su empresa y el recuerdo que conserven de ella. La mayoría de las producciones de vídeos corporativos de hoy en día consisten en una repetición de hechos, características y beneficios que difícilmente logran conectar con el público. Un bombardeo de información que de nuevo, se diluye en un mar de ideas, sin concretar finalmente en ninguna.
La realidad es que la mayoría de los espectadores nunca llegan a ver el final de estos videos. Si usted quiere que su público vea y recuerde su mensaje tiene que conectar con ellos a un nivel emocional. Su empresa debe diferenciarse del resto en este sentido. Ya nadie quiere que se le venda nada o se les trate de embaucar con datos y artimañas, quieren conectar a un nivel diferente y especial.
3. MUESTRE, NO CUENTE.
El vídeo es con mucha diferencia, la táctica de marketing que más crece hoy en día, ya que informa y convence mejor que cualquier otro medio o soporte sobre los beneficios de su empresa o producto. Se trata de una experiencia visceral que involucra a la audiencia, tanto visual como verbalmente. ¿Por qué sólo explicar cómo funciona un producto cuando usted puede mostrar a sus clientes y usuarios cómo utilizarlo y beneficiarse de él?
El video está ganando popularidad debido a que es el mejor medio para transmitir una gran cantidad de información de forma rápida y concisa a un público saturado de información y cuyo déficit de atención se vuelve cada vez más evidente. Es especialmente eficaz cuando se necesita mostrar los beneficios más intangibles de un producto. Imagínese tratando de promover un perfume exclusivamente basándose en los méritos de esa fragancia en particular a través de un simple texto. No podría. O al menos, no podría hacerlo de la manera en que un video puede: mediante la creación de imágenes que sugieran la «promesa» que ese perfume ofrece.
4. SU CLIENTE ES EL FOCO, NO USTED.
Por lo general, su cliente quiere saber cómo su empresa puede resolver sus problemas y necesidades. Eso es lo que realmente les importa. A ellos en realidad, al menos en la gran mayoría de los casos, no les preocupa mucho su historia o un sin fin de datos financieros y económicos. Y sin embargo, la gran mayoría de los vídeos corporativos que se siguen produciendo hoy en día, todavía no están escritos desde la perspectiva del cliente. La mayoría de las empresas siguen esforzándose en crear vídeos que hablan de sí mismos. Su empresa debe ponerse en los zapatos del cliente y preguntarse: ¿qué es lo que les importa?, ¿cuáles son sus problemas?, ¿qué esperan de nuestros productos?,… A continuación, coloque su compañía como la solución obvia y única para esos problemas y necesidades específicas. Dé a sus posibles usuarios algo con lo que puedan relacionarse. ¿Por qué no hacer que se vean a sí mismos en el vídeo, sus inquietudes, sus necesidades,… y cómo su producto o servicios solucionan cada uno de estos puntos?
5. COMPARTA SU FILOSOFÍA DE EMPRESA, Y NO SÓLO AQUELLO QUE VENDE U OFRECE.
Hace quince años el Manifiesto Cluetrain nos dijo que «los mercados son conversaciones» y explicó cómo Internet está cambiando fundamentalmente la forma en que las personas interactúan con las empresas.
En la actualidad, el usuario espera un alto nivel de transparencia por parte de los negocios. Este es un concepto relativamente nuevo para la mayoría de las empresas. Nos encontramos en un momento en el que llamar la atención de nuestros posibles usuarios es sólo el primer paso. En algún lugar a lo largo del ciclo de compra o en nuestra relación con el cliente es muy probable que tenga que renunciar un poco a la “intimidad” de su empresa y ceder cierta información a su posible cliente: ¿Cual es su filosofía de empresa?, ¿Cuáles son sus valores fundamentales?, ¿Cómo trata a sus empleados?, ¿Cómo se relaciona con el medio ambiente?, ¿Por qué debería preocuparme por su compañía cuando tengo un gran número de opciones diferentes frente a mí?,… Estos son algunos ejemplos de las cuestiones que importan a los usuarios hoy en día, algo que realmente nunca importó demasiado antes y que hoy, sin embargo, lo hace.